La plaza se llenó de niños, familias, reposeras, juegos y sorpresas. El 21 fue un domingo de sol, esos que son perfectos para ir a la plaza, juntarse con los amigos a andar en bici o jugar en el sube y baja. Alrededor de las 15 h. todos fueron acercándose a la Plaza Guindani porque había cita obligada: festejar la infancia. Sí o sí. Acompañados por la familia y por los vecinos, celebrar con música, juegos, payasos y una plaza llena de niñeces dispuestas a pasar una tarde espectacular. Así fue. Desde las 15 del domingo 21, empezó el festejo para las todas edades.